Durante la segunda guerra mundial, en Inglaterra la política intentaba perjudicar la economía alemana, bajo el claim “don’t buy german” (No compre alemán). Mas tarde, después de la guerra, cuando los ingleses tenían voz y voto en la política alemana, se obligo a que todos los productos alemanes llevaran el “made in Germany”, con la idea de facilitar a los ingleses no comprar sus productos. Esta marca, se asociaba a baja calidad, como hoy se asocia el “made in Taiwan”, o el «made in China».
Pero los alemanes, decidieron mejorar sus productos, perfeccionando los controles de calidad, haciendo más eficientes sus procesos, ayudándose con la tecnología, e invirtiendo en investigación. Hoy la marca “made in Germany” la asociamos con high-tech, calidad, puntualidad y eficiencia.
Me gusta esta historia porque es un claro ejemplo de que mejorando nuestros productos y servicios, podemos cambiar las asociaciones que se hacen a nuestra marca. Además hoy en día podemos usar las nuevas tecnologías para comunicarnos con nuestros clientes y así tener un mejor feedback.
Igual de importante es que nuestra marca, el logo y la estrategia sean conocidos por todos nuestros empleados. Si realizamos un cambio, antes de la comunicación externa, es importante la comunicación interna y que en la empresa todos los empleados (no solo los del departamento de ventas) estén familiarizados con la marca y sus atributos; no solamente el producto final. Si queremos satisfacer las necesidades de nuestro cliente interno, lo mas importante es que este no sienta que trabaja para la empresa, si no que es parte de ella. Y no debemos tener miedo al cambio, ni pensar que un error o un periodo de mala gestión son irreversibles.
Un saludo
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